Una patada en el hígado.
Eso fue lo que recibimos hoy del sistema judicial venezolano.
Hoy los implicados en el asesinato del joven Bassil DaCosta están libres. Deben ir a juicio presentándose cada 8 días en tribunales, sí. Pero están libres. Dormirán en sus casas y abrazarán a sus familias, como no puede hacerlo Leopoldo López ni Simonovis, ni los 116 estudiantes que aún siguen presos.
Voy cronológicamente:
Bassil DaCosta fue el primer muchacho asesinado el 12 de febrero de 2014, día en que se iniciaron las protestas de calle en Venezuela. Luego de una exhaustiva revisión de distintos videos grabados en las cercanías de la Fiscalía General – hecha por el equipo de investigación del Diario Últimas Noticias – a las autoridades nos les quedó otra opción que reconocer que funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) habían disparado contra los jóvenes en protesta. Y sí, que uno de ellos podía ser el presunto autor material de la muerte de Bassil.
Por ese caso fueron imputados 8 funcionarios: 6 del Servicio Bolivariano de Inteligencia, uno del ejército venezolano y otro más de la Policía Nacional Bolivariana.
Me detengo en los dos últimos:
Jonathan Rodríguez, de 40 años, aparece en los videos del 12F vestido de blanco, disparando una pistola 9 mm. Al ser implicado en la muerte de Bassil, se le decomisa un carnet del Ejército y una credencial del Ministerio de Interior y Justicia que lo identifica – oído al tambor – como ASISTENTE DEL MINISTRO MIGUEL RODRÍGUEZ TORRES.
Por su parte, Andry Jaspe, de 25 años, portaba una credencial de la Policía Nacional Bolivariana y otra más del Ministerio de Interior y Justicia, que lo identificaba – oído al tambor otra vez – como ESCOLTA DEL MINISTRO MIGUEL RODRÍGUEZ TORRES.
Hoy ambos están libres, junto con otros 5 funcionarios del SEBIN. Irán a juicio y tendrán que presentarse cada 8 días ante los tribunales (si es que no huyen del país como el asesino de Adriana Urquiola) pero están libres.
El ministro Rodríguez Torres dice que ese día, 12 de febrero de 2014, instancias superiores del SEBIN ordenaron a sus efectivos acuartelarse, no salir a repeler la marcha. La tesis, ratificada por el mismo Nicolás Maduro, sostiene que los efectivos que aparecen disparando en los videos desobedecieron esa orden y son responsables DE MANERA INDIVIDUAL de un desacato que terminó en muerte.
Según el ministro, su despacho simplemente tuvo una reunión ordinaria con la PNB y la GNB para coordinar labores de seguridad de la marcha. Pero entonces… ¿cómo se explica que 2 funcionarios estrechamente relacionados con el mismo Rodríguez Torres sí hayan salido a disparar contra los jóvenes en protesta?
El ministro se lava las manos y asegura que, en materia de Derechos Humanos, cada quien responde por su propio cuello.
Aquí sus declaraciones del 11 de Junio de 2014:
Mientras el ministro declaraba a la prensa, en el Palacio de Justicia el Ministerio Público pedía prisión para los imputados por el caso Bassil.
Todos consideramos que era lo mínimo de justicia que correspondía. Pero… la alegría nos duró poco. Hoy, el mismo ministerio amaneció con otra idea en la cabeza y pidió medida cautelar. Libertad con restricciones, pues.
El juez 48 de control, Nelson Moncada, así se la dio.
Pero vayamos más atrás. Esta decisión de hoy es el reflejo del tratamiento que se le dio a otro de los implicados por la muerte de Bassil: José Miguel Domínguez alias “Miguelito”, quien se encontraba prófugo de la justicia y decidió presentarse voluntariamente ante las autoridades el día 13 de mayo de 2014.
La fiscalía pidió libertad sin restricciones para Miguelito y el juez se la otorgó. Así de simple.
No sé si el hecho de que Miguelito sea asistente de Freddy Bernal – ex alcalde de Caracas y diputado chavista furibundo – tenga algo que ver. Lo cierto es que ahora Miguelito ni siquiera se menciona en la acusación. No participó en la audiencia preliminar. Salió totalmente limpio.
Por supuesto, con ese antecedente, la defensa de los otros siete imputados pidió “el mismo tratamiento” para sus clientes. Al menos esta vez, al juez le quedó una brizna de vergüenza en la piel y no les otorgó libertad plena. Los siete imputados restantes quedaron bajo régimen de presentación cada ocho días.
Aquí es donde los sesos no me dan más y comienzo a lanzar preguntas al universo:
El dirigente opositor Leopoldo López irá a juicio en prisión por un “análisis subliminal de su discurso violento”, pero a un tipo grabado en video mientras dispara contra una protesta… ¿lo dejan libre?
Sairam Rivas, dirigente estudiantil que organizó una protesta pacífica en una plaza, lleva 40 días presa. Y el escolta de un ministro implicado en un asesinato… ¿sale libre?
El opositor Diego Arria tiene orden de captura por un correo electrónico mal montado donde supuestamente planeaba el cacareado magnicidio contra Maduro. Y los que aparecen en los videos del 12F, pistola en mano, atacando estudiantes… ¿los mandan pa’ su casa?
Dentro de todo este revoltillo, parece haber una lucecita al final del túnel: José Ramón Perdomo, poseedor del arma que, según pruebas de balística, mató a Bassil DaCosta y a Juan Montoya el 12 de febrero, sí quedó detenido. Irá a juicio en prisión. Perdomo fue acusado de homicidio intencional calificado con alevosía y podría pagar hasta 26 años de cárcel.
Un “detalle” que sorprendió a todo el equipo de abogados de Bassil DaCosta: Perdomo fue sobreseído por el caso del asesinato de Montoya, miembro del Secretariado Revolucionario de Venezuela. ¿Y no fue el mismo presidente Maduro quien aseguró que a ambas víctimas las había ultimado la misma mano…? ¿Qué pasó ahí?
Pienso en las palabras de la mamá de Bassil: \»Quiero que pague quien verdaderamente mató a mi hijo. Lo que quiero es una justicia justa\».
Yo, de verdad, intento ponerme del lado de su esperanza pero… es muy difícil. Hoy vuelvo a tener esa sensación de desamparo, de cansancio. De escasez de valores, de justicia, de honestidad. También me vuelve a golpear esa atmósfera de indiferencia. Seguimos desabastecidos de gente que se levante y diga BASTA.
Pido disculpas por no ser tan optimista pero hoy no logro esperar realmente una justicia justa.
No entiendo ese concepto. No lo veo. No existe.
Hoy no.
Andreina Flores
@andreina
Andreina excelente artículo. Mejor análisis no pudo ser. Le felicito por ello. Quien le escribe Joel García abogado representante de la Víctima, es decir, de la madre de Bassil Dacosta. Gracias.
This is the perfect way to break down this inmaofrtion.