Andreina Flores

Una extraña en la mezquita

Desde afuera, la Mezquita Ibrahim Al Ibrahim de Caracas luce hermética: las rejas cierran celosamente el paso, las puertas te miran con desconfianza y el minarete te regaña desde lo alto, como diciendo: \» ¿y qué haces tú aquí, infiel?\»

Al menos así lo siente una primeriza como yo. Afortunadamente, las ganas de adentrarse en un mundo tan misterioso como interesante, gritan más duro.

Cuando el encargado de la mezquita, Ahmed, sale a mi encuentro y me recibe con toda amabilidad y una sonrisa en el rostro, mi cerebro se paraliza. No entiende esta rara bienvenida. No entiende  esta ventana abierta a tomar fotos y registrar momentos íntimos del Islam en Caracas.

Eso me recuerda que estoy aquí  – en gran parte – para evocar a mis amigos musulmanes, a todos los que he conocido en Nueva York, París y Marruecos y que han sido maravillosas personas. A los que se han sentado conmigo a enseñarme algunas palabras en árabe, a mi amiga Bouchra y sus hijos que me han dado hospedaje en su casa, a los hombres que tragan grueso y responden mis preguntas antipáticas sobre el matrimonio con 4 mujeres, el sexo, el alcohol y tantas otras cosas.
Son ellos quienes le lavan la cara al Islam y se sienten avergonzados cuando usan el nombre de su dios para matar a cien personas en un teatro.

Aún así, mi presencia en las salas de oración de la mezquita no siempre cayó bien. Una mujer evidentemente no musulmana – aunque cubierta con una bata que escondía el 90% de mi cuerpo – armada con una cámara invasiva es, sin duda, un bicho raro, un animal de temer.

Luego de verme deambular varios días en sus espacios y comprender que no me iba a rendir hasta lograr buenas imágenes… no les quedó otra opción que dejarse hacer.

El descubrimiento fue mutuo. Y la pérdida del miedo también.
Al fin y al cabo, el primer paso hacia la tolerancia… es conocerse.

Sean bienvenidos.

Andreina Flores
@andreina

La sala de oración de los hombres está coronada por la siguiente frase del Corán: \»Sólo quien crea en Alá y en el Último Día, establezca el rezo, entregue el diezmo y no tema sino a Alá, permanecerá en las mezquitas de Alá\»
Como un gesto de respeto, tanto los hombres como las mujeres deben quitarse el calzado antes de entrar a la sala de oración
Las mujeres en oración, sólo escuchan la voz del imam desde el segundo piso. Aunque algunas intentan asomarse a la sala de los hombres a través del portal de madera que los separa
Antes de la oración, hombres y mujeres deben lavarse el rostro, las manos, los brazos y los pies. A este ritual se le conoce como \»purificación\»
Antes de la oración, hombres y mujeres deben lavarse el rostro, las manos, los brazos y los pies. A este ritual se le conoce como \»purificación\»
El imam Mohamed dirige la oración de los hombres mostrando su respeto a Alá
El imam Mohamed junto a Omar, uno de los mås jóvenes de la mezquita, en un momento de risas justo antes de la oración
El Imam Mohamed y el joven Omar en un momento de lectura justo antes de la oración
Fabiana, joven venezolana de origen musulmán, recibe clases de árabe en la Mezquita de Caracas
El profesor Alvaro Hernández imparte clases de árabe para principiantes en uno de los salones internos de la Mezquita de Caracas
La Mezquita Ibrahim Ibin Abdul Aziz Al-Ibrahim se ubica en el sector La Candelaria de Caracas. Fue inaugurada en el año 1993
El imam Mohamed se ubica de espaldas a la congregación y desde el pequeño habitáculo llamado \»mihrab\» hace el llamado a la oración. Sus palabras son: \»Alá es grande, ven a la oración, ven a la felicidad\»
Como un gesto de respeto, tanto los hombres como las mujeres deben quitarse los zapatos antes de entrar a la sala de oración
Las hermanas Rola y Samah comparten el Corán durante la oración del viernes
Shazady, una de las más jóvenes de la mezquita de Caracas, hace una \»dua\», una súplica a Alá

8 comentarios en “Una extraña en la mezquita”

  1. Muy interesante la verdad… y si es cierto que da miedo, pero no sólo eso, para mi es imcomprensible el trato hacia las mujeres, de verdad que es incómodo, así me lo expliquen, y así yo haya conocido a mujeres que son felices así, para mi sigue siendo incomprensible. Muy bien Andreína, te felicito por abrir esta ventana hacía un mundo totalmente desconocido para mi y para muchos.

    1. En el género fotoperiodismo, lo que prevalece es la imagen del momento que es noticia, no tanto la calidad o la estética. Se toma rápidamente, en condiciones no son fáciles, de presión, riesgo… ( lo dijo la periodista en su texto). Es un género diferente a la foto en estudio, donde ud controla todas las variables, incluso la del tiempo y composición.

  2. Buenas. Estoy interesado en saber como hiciste para entrar. Sé que comentaste que te miraban como una intrusa pero quiero saber más. ¿Tuviste que hablar con alguien anterior a Ahmed? ¿fuiste por varios días hasta que te aceptaran o en el primer día te dieron paso para ingresar? ¿Cuando fuiste pudiste tomar fotos sin ningún problema o en algunos casos y/o espacios te lo prohibieron? Al mismo tiempo te felicito por brindarnos esta valiosa información.
    Te comento mi caso: Soy estudiante de Historia del Arte y para obtener mi título he querido realizar un acercamiento sobre los espacios interiores de la Mezquita Ibrahim al-Ibrahim de Caracas. Aspiro poder ir directamente hacia allá y realizar mis estudios, pero antes tengo muchas dudas. Disculpa de antemano y gracias. Si puedes contactarme seria de mucha ayuda Andreina, mi correo farlope_@outlook.com Gracias nuevamente 😉

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